El iceberg desprendido es casi del tamaño de la Ciudad de México (CDMX). El mismo contiene 150 metros de espesor. Se desprendió de la Antartida casi una década después de que los científicos del British Antarctic Survey (BAS) detectaran por primera vez el crecimiento de grietas en el hielo.
Un comunicado el British Antarctic Survey (BAS) declaró: “Las 12 personas que trabajaban en la estación Halley VI, situada a menos de 20 km de la zona de ruptura reortada el pasado 16 de febrero, fueron evacuadas en avión a mediados de febrero”.
Dicho iceberg mediría aproximadamente 1 mil 270 km² tan sólo un poco menos que lo que mide la Ciudad de México (1 mil 485 km² ). Expertos señalan que aunque es un iceberg gigante, no mide lo que el A68a, considerado el iceberg más grande del mundo, cuyo tamaño equivale a cuatro veces la ciudad de Londres, el cual se separó de la Antártida en 2017.
Jane Francis, directora del BAS, aseguró que no representa al momento una amenaza para vidas humanas, pero que sus equipos controlan “diariamente” el progreso de las fallas mediante “una red automatizada de instrumentos GPS de alta precisión alrededor de la estación”.
Los expertos también utilizan imágenes de satélite de la ESA, la NASA y del satélite alemán TerraSAR-X. “Todos los datos se envían de vuelta a Cambridge para su análisis, por lo que sabemos lo que está sucediendo incluso en el invierno antártico”.
Francis añadió: “Nuestro trabajo ahora es vigilar de cerca la situación y evaluar cualquier impacto potencial de este desprendimiento en la plataforma de hielo restante”. Existen dos escenarios posibles en los próximos meses. El primero señala que “el iceberg se aleja» mientras que el segundo es que dicho iceberg «encalla y se queda cerca de la plataforma de hielo de Brunt”.
Por ahora, según el BAS, se mantienen en alerta por el resultado que podrá tener este desprendimiento del iceberg en la Antártida debido a que se encuentra monitoreado por los expertos correspondientes.